Lo confieso, a veces me quedo quieta, estática, incapaz de avanzar en algunas direcciones, y necesito que venga alguien y me de un pequeño azote en el culo para obligarme a dar un paso adelante.
Lo gracioso del asunto es que después de que he dado ese primer paso y algunos más, me doy cuenta de lo interesante que resulta ese nuevo camino que estoy andando. ¿Os ha pasado alguna vez?
Por eso agradezco que la vida me ofrezca personas que no dudan en darme ese toque, ese pequeño empujón para que eche a andar. La de cosas que nos perdemos por pereza o miedo a lo desconocido. Pues sí, a veces impone un poco la incertidumbre, pero si no probamos, nunca sabremos lo que nos estamos perdiendo. Así que, bienvenidos sean esos pequeños impulsos.
Es muy positivo que lleguen personas que te impulsen, pero si te mueves mas allá del lugar en el que parece que estarás toda la vida, es porque estás dispuesta a que haya cambios. Es mejor arriesgarse y cruzar el río, que quedarse en la orilla esperando que la corriente nos traiga lo que queremos.
ResponderEliminarPuede que te encuentres algún escollo, pero también quien te animará para que continúes y alcances tu objetivo.
Adelante, siempre adelante. Un beso
Raquel
Estoy de acuerdo contigo, "si quieres peces, mójate el culo", ya lo decía mi profesor del instituto :)
EliminarClaro, habrá problemas, muros que salvar, remolinos que esquivar... pero seguro que merecerá la pena, y siempre tendremos a alguien a cuya mano aferrarnos ;)
Me gusta tu última frase... "adelante, siempre adelante", no la olvidemos nunca.
Besotes!
No me ha gustado mucho esta entrada porque me ha hecho pensar demasiado.
ResponderEliminarMe surgen dos preguntas: ¿Que pasa cuando no hay nadie detrás que te dé ese empujoncito que necesitas? ¿Solo es valiente la persona que acepta los cambios? ¿Que pasa con aquellos a los que no les gusta los cambios sino saben a ciencia cierta lo que les espera, son unos cobardes?
Si te ha hecho pensar demasiado, igual es que ha logrado su función ;) aunque esos pensamientos no hayan sido agradables. pero conste que no era mi intención hacer sentir mal a nadie con mis letras.
EliminarMe encantan tus preguntas, y aunque muy tarde (lo siento, he ido de cabeza), te las voy a contestar.
Es verdad, no siempre hay alguien que te de el empujón que necesitamos. En ese caso, o encontramos en nuestro interior el valor para saltar, o tendremos que esperar que llegue la persona que nos lo aporte, por el motivo que sea.
Bueno, las otras preguntas... veamos, ¿no te parece que quedarse uno tal como está es la postura fácil, la que no arriesga, y por tanto la menos valiente? No quiero decir cobarde, porque tampoco es justo, que cada cual tiene sus circunstancias y su personalidad, y yo misma soy bastante amante de la estabilidad :) pero reconozco que para mí, sí es ser poco valiente conformarse con eso. Ojo, siempre y cuando nuestra realidad no termine de gustarnos. Si estamos bien, ¿qué sentido tendría cambiar?
De hecho, a mí la incertidumbre me asusta y no me gusta no saber lo que vendrá después, así que mira. Pero incluso siendo así, me siento más feliz cuando rompo con la tranquila comodidad y hago algo diferente e inesperado, porque muchas veces me lleva a algo mejor de lo que ya tenía, aunque sea casi siempre porque otra persona me ha empujado a hacerlo. Supongo que es algo muy personal.
Besos!