De nada de lo que he vivido, de lo que he dicho o decidido.
No puedo hacer otra cosa que agradecer todas las experiencias y momentos que he vivido en los últimos meses. Porque incluso aquellos que no fueron fáciles o felices, me han enseñado algo. Es increíble cómo siento que he madurado y crecido un poco más gracias a ciertas personas y ciertas vivencias.
El futuro es incierto, así que no merece la pena darle muchas vueltas, llegará él solito, y dejaré que me sorprenda, como siempre. Mientras tanto, me quedo con mis recuerdos y con lo que tengo ahora, hoy, en el presente, que es mucho. Estoy aprendiendo a valorar a cada persona como merece y a conservar en mi vida a quien se lo ha ganado. Estos últimos ya pueden mentalizarse, porque no se desharán de mí ni con agua caliente... es el precio de haberme regalado felicidad.
Querida Ysabel;
ResponderEliminarMe alegra que aprendas de las experiencias vividas últimamente, cada cual nos aporta pequeñeces que algunas veces terminan por ser un mundo, dependiendo de quien procedan. Nos hacen crecer, madurar, ser mas nosotras mismas, quizá porque somos mas conscientes de nuestra realidad.
Es maravilloso cuando todo va bien, envolverse de la felicidad que nos aporta algo que necesitamos, como el oxígeno, para mantenernos con vida y tener ganas de saltar de alegría y de proclamarlo a los cuatro vientos. Y de verdad, que aunque dure poco, lo hemos de aprovechar y valorar al máximo, y no arrepentirnos de habernos dejado arrastrar por esa corriente que nos ha inundado tan satisfactoriamente.
Y cuando vienen las dificultades, porque eso es algo que jamás nos falta, hemos de aprender, tratar de luchar contra las adversidades, remar y nadar en contra, pero nunca darnos por vencidas, jamás, a pesar de los pesares y de la tristeza que algunas veces nos embarga.
Nunca deberíamos dejar que quienes nos ningunean se apoderen de nuestra mente y demasiadas veces nos hagan dudar de nuestra valía, esas personas mejor es echarlas a la "papelera de reciclaje" o al "archivo definitivo" (la trituradora de papel) e ignorarlas para siempre.
Y aquell@s amigos/as que te aporten algo, sea mucho o poco, y cada cual en su medida, a cuidarlos como si fueran un tesoro de la mayor valía. Afortunadas serán esas personas que hayas elegido, porque sin duda siempre te tendrán a su lado. Y eso sí que es importante.
Tu eres una persona de gran valía, jamás lo debes olvidar.
Un abrazo.