martes, 15 de octubre de 2013

Cambios, cambios y más cambios...


A veces se reciben bien, otras regular, y otras fatal, así son los cambios que se presentan en la vida sin avisar, y que, como bien dice la imagen, son una constante en ella. 

Yo acabo de vivir un cambio importante en mi vida, de manera inesperada, he encontrado un trabajo más o menos estable, con su horario y esas cosas, y me siento muy feliz porque, hoy en día, es un bien bastante escaso. Pero esto supone para mí un gran cambio. Tenía los próximos meses bien planificados, con varias actividades y de pronto me ha tocado reordenarlo todo y dejar de lado algunas cosas que me encantaría no abandonar, pero la necesidad del momento se impone. 

Es curioso cómo tenemos nuestra vida bien organizada, creyendo que lo controlamos todo, y de repente sucede algo que cambia las cosas, que crea nuevas situaciones, y también nuevas oportunidades, que abre nuevas puertas y obliga a cerrar antiguas... 

He de confesar que no me gustan los cambios impuestos desde fuera de mí, no sé si por pereza o por miedo. Soy animal de costumbres y cuando he cogido unas rutinas, me cuesta mucho dejarlas. Pero una vez se me plantea la necesidad de hacerlo, me adapto rápido, quizá porque soy Sagitario, un signo mutable, ¿quién sabe?

¿Os gustan los cambios inesperados?, ¿o preferís que nada os pille por sorpresa?