domingo, 14 de septiembre de 2014

Pequeños impulsos


Lo confieso, a veces me quedo quieta, estática, incapaz de avanzar en algunas direcciones, y necesito que venga alguien y me de un pequeño azote en el culo para obligarme a dar un paso adelante. 

Lo gracioso del asunto es que después de que he dado ese primer paso y algunos más, me doy cuenta de lo interesante que resulta ese nuevo camino que estoy andando. ¿Os ha pasado alguna vez?

Por eso agradezco que la vida me ofrezca personas que no dudan en darme ese toque, ese pequeño empujón para que eche a andar. La de cosas que nos perdemos por pereza o miedo a lo desconocido. Pues sí, a veces impone un poco la incertidumbre, pero si no probamos, nunca sabremos lo que nos estamos perdiendo. Así que, bienvenidos sean esos pequeños impulsos.