lunes, 21 de diciembre de 2015

Las cosas son como son...




... y no como nos gustaría que fuesen.

Cómo cuesta aceptar algunas cosas, cuando no son como querríamos. Pero la vida nos enseña que, a veces, toca resignarse. Otras, en cambio, toca pelear, toca intentar cambiar esas cosas que no nos gustan.

Supongo que debería aplicarme esto último. Pero, desgraciadamente, algunas de esas cosas que no me gustan, no dependen sólo de mí. "Ay, amiga mía, entonces tienes un problema", me dice mi mente, compadeciéndome. Pero por difícil que sea cambiarlas, creo que casi siempre podemos hacer un intento, aunque sea pequeño, para modificarlas un poquito. ¿Quién sabe?, igual logramos cambiarlas en un grado suficiente como para desencadenar que sigan cambiando más y más... algo tengo que pensar para consolarme, ¿no?

Y no, no estoy hablando de política, aunque por la fecha en la que estamos lo pueda parecer, no hablaré nunca de esa temática en mis blogs. Hablo de cosas de la vida de cada uno, de la mía en particular... de todo un poco. 

Hay que tener menos miedo, y no rendirse por complicado que parezco alcanzar nuestro objetivo. Intentaré aplicarme el cuento, prometido. Que ya se dice, quien algo quiere, algo le cuesta, y quien no llora no mama, dos dichos la mar de sabios. 

Un abrazo. 
Ysabel. 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si has llegado hasta aquí, no lo dudes más, déjame ese comentario que está marinando en tu mente :D te estaré muy agradecida ;)