viernes, 25 de marzo de 2016

Cero expectativas y nada de egocentrismo



Son dos de los objetivos que me cuesta alcanzar pero para los que me esfuerzo cada día. Sigo tropezando, sigo esperando demasiado de la gente, de las situaciones, sigo pensando en ocasiones que las reacciones de las personas se deben a mí y no a un millón de causas posibles más. 

¿Cuántas veces habré leído y escuchado ya la frase de "sin esperar nada de nadie se vive mejor"? He perdido la cuenta, pero me sigue viniendo bien que alguien me lo recuerde. Parece mentira lo que nos cuesta dejar de montarnos películas sobre lo que será, lo que hará, lo que pasará... Y de nada sirve que sepamos que si no es como pensamos nos frustraremos, nosotros seguimos peliculeando. 

En cuanto al egocentrismo, lo he llamado así, pero no tiene que ver con la prepotencia ni la vanidad, sino con esa manía, que muchos tenemos, de pensar que cuando una persona reacciona de una forma, es por algo relacionado con nosotros, como si no pudieran existir mil causas más para esa reacción, como si la vida de esa persona girase en torno a nosotros.Otra buena frase: "no somos el ombligo del mundo".

Sería hermoso presentarme ante la gente sin esperar nada de ellos, y sin considerarme causa de todas sus reacciones y comportamientos. Seguiré esforzándome para conseguirlo.  
¿Y vosotr@s?, ¿también lucháis por conseguir estos objetivos?

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