sábado, 29 de octubre de 2016

A la aventura...



¿Has subido alguna vez a un tren sin saber a dónde lleva o en qué parada te vas a bajar? Pues yo no lo he hecho nunca, bueno, al menos no en el sentido estricto de la frase. Si me pongo a pensar en las veces que me he embarcado en historias de final incierto, tendría para un buen rato. 

Supongo que es parte de la vida, y de la gracia de vivirla. Una lo intenta, se arriesga, experimenta... y si después llega a buen puerto, maravilloso, si no, pues una nueva lección aprendida. Porque aprendemos de lo bueno y de lo malo, especialmente de lo malo.

Con los años me he vuelto más selectiva, más cuidadosa a la hora de elegir "trenes", pero mantengo la misma ilusión por subirme que cuando empecé, y creo que jamás la voy a perder. Decepciones no faltarán, pero buenos momentos tampoco, y tanto unas como otros me seguirán conformando como persona. 

Sácate el billete, sube y déjate sorprender.

2 comentarios:

  1. Mejor arriesgarse, que dejar el tren de turno pasar. Nunca se sabe cual será el resultado, pero, lo que queda claro, es que si no lo abordas, perderás la oportunidad de vivir, de aprender y quien sabe si sentir que ese convoy te lleva por fin a la estación que ansías.
    Un beso

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    Respuestas
    1. Cuanta razón tienen tus palabras :)
      Si no lo haces, nunca sabrás lo que puede pasar, lo que ese tren puede traer a tu vida.
      Nunca me arrepiento de subirme, y nunca lo haré.
      Un beso para ti.

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